El pase a la fase de grupos logrado el pasado jueves en la Europa League, ha traído varias alegrías a nuestra sufrida fidelidad. Una es la victoria en sí. Ganar un partido oficial siempre es motivo de satisfacción, ya sea porque ganes tres puntos o pases a la siguiente ronda. Se convierte en tres o cuatro días de relax en los que nada importa porque "ayer ganó el atleti". La otra es que algunos fichajes están respondiendo mejor de lo que esperaba. El mejor ejemplo es Adrián, un jugador que en principio estaba destinado a cubrir las ausencias de Forlán y del sustituto de Agüero, y que a base de goles se está ganando más que nadie ser el escudero de Falcao. Tampoco me quiero olvidar de Gabi, que está pasando por encima de la legión de medios que tiene el equipo.
EUROPA
La Europa League, esa denostada competición a la sombra de la Champions, muchas veces con razón, no deja de darnos sorpresas, que en esencia es la salsa de un deporte en el que, por desgracia, cada vez hay más de previsible y menos de incertidumbre. Dos equipos como la Roma y el Sevilla han caído eliminados antes de la fase de grupos. A la cárcel, y sin pasar por la casilla de salida.
Mientras, nos ha tocado un grupo bastante competente para lo que se despacha por la competición. El Udinese y el Rennes nos pueden dar algún susto. Sí, son inferiores, pero ya nos conocemos... Y el Sión, a parte del famoso priorato, que no juega, será una banda, pero quizás sea sustituido por el Celtic de Glasgow. Los escoceses son de otro pelaje, y habrá que respetarlos.
BALONMANO
El atleti vuelve por sus fueros reabriendo secciones ya olvidadas que sólo recuerdan los más mayores, y a falta de la de basket (¡Y la de rugby! por pedir...) podemos darnos por satisfechos y disfrutar. El equipo más grande de los últimos tiempos, el Ciudad Real, ahora es el Atlético de Madrid de Balonmano, status que ya compartíamos con el Barcelona en los años 80. Ahora veremos a Entrerríos, Dujshebaev, Hombrados (¡otra vez!) y compañía vestir las rayas canallas. Casi nada. Y además el único fichaje del verano, un tal Markussen, se está convirtiendo en el hombre-gol del equipo. La cosa promete.