Sin apenas tiempo para deleitarnos con la victoria frente al Racing, el equipo vuelve a calzarse las botas con el fin de mantener la ilusión antes de enfrentarnos al Barcelona. ¿Rival? El Sporting de Gijón, mañana miércoles. Y es que las dos últimas victorias han hecho que las expectativas aumenten sobremanera. Esta actitud suele estar más acorde al deseo que a un análisis, aunque sea superficial, de la realidad. Cuatro puntos en tres jornadas, empate en casa con el Osasuna y derrota frente a un rival directo, el Valencia, en Mestalla. Estos son los hechos.
No obstante, es cierto que, no el qué, sino el cómo, invita a ser optimistas. Frente a Osasuna y Valencia, el Atlético de Madrid demostró un dominio del balón y una pausa en el juego que yo no recuerdo. Jugadores recién llegados como Arda Turan y Diego han aportado unas pinceladas de calidad que dejan intuir un acoplamiento perfecto con Reyes, Tiago y Mario Suárez. Y Falcao, con tres goles ante el Racing, presentó toda una declaración de intenciones sobre lo que quiere ser en el Atlético. De todas formas, es pronto para afirmar si se ajusta más a la verdad o a un mero espejismo. El partido contra el Barcelona, resultado al margen, podrá inclinar la balanza a su favor si plantan cara y no son un juguete en manos del rival. Una tarea muy difícil pero ya vista en muchas ocasiones.
Por el momento, los antiguos dioses De Gea, Kun y Forlán no se están echando en falta. El vacío creado por su caída en el Panteón rojiblanco parece estar bien cubierto por una nueva tríada: Falcao, Diego y Arda. ¿Será o no una falsa herejía? De momento venzamos al Sporting y dejemos los presagios para los augures.
No querría despedirme sin mencionar al equipo de balonmano, que el pasado día 3 lograron la Supercopa de España derrotando al Barça por seis goles de diferencia y, continuando la senda de la victoria, este fin de semana pasaron el rodillo en la Liga frente al Torrevieja. Jurkiewicz, Hombrados y cía. bien merecen un hueco en el Olimpo rojiblanco.
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