Hablar
de Bill Shankly es hablar de Liverpool. Fue uno de los entrenadores
británicos más respetados en toda la historia de la Liga Inglesa. Ha
pasado a la historia como manager del Liverpool ya que desarrolló
prácticamente toda su carrera como técnico en la entidad de Merseyside.
El
Liverpool atravesaba la peor crisis de su historia. El equipo estaba en
la Segunda Divisón Inglesa haciendo una campaña muy discreta y lo único
destacable era el cuerpo técnico conformado por Joe Fagan, Reuben
Bennett y Bob Paisley.
La
historia de Shankly como entrenador del Liverpool comienza en diciembre
de 1959 cuando el presidente red T. V. Williams decidió contratarlo.
Como anteriormente mencioné el Liverpool atravesaba un momento muy
delicado y sufría la precariedad y antigüedad de sus instalaciones.
Cuando
llegó a las instalaciones del Liverpool quiso empaparse de su historia.
Bien es cierto que él mismo decía que la historia es pasado, pero
también eran pasado la base y la identidad del club. Llego a decir que
los únicos que podían ignorar la historia eran los indígenas y que si
los foráneos como él (era escocés) querían sobrevivir debían conocer la
historia del club. Ésta actitud hizo que rápidamente se ganase los
corazones de The Kop. Cada vez que perdía sentía que fallaba a su
afición y se sentía tan cerca de ellos que contestaba personalmente a
las cartas de los aficionados que llegaban a su despacho de Melwood. Una
curiosa anécdota que define perfectamente ésta mutua conexión se dio en
una ocasión en la que, durante un partido en Anfield, un policía retiro
una bufanda del Liverpool que se encontraba en el suelo, Shankly lo
recriminó diciéndole: “No haga eso. Esa es nuestra fuerza para vivir”.
Shankly y los jugadores entrenando en Melwood |
Era
un hombre carismático y con una influencia enorme sobre su cuerpo
técnico. No se dejaba dominar por nadie y tomaba las decisiones que iban
a beneficiar al club con mano de hierro. Los que le conocieron dicen
que no era un hombre de extensos discursos sino todo lo contrario. Su
forma de ver y entender el fútbol era tan sencilla que se podría resumir
en otra de sus míticas frases: “Pásale la pelota a la camiseta roja que
tengas más cerca”.
Fue
un pionero en su forma de entender, ver y vivir el fútbol. No creía en
el trabajo físico, pensaba que al fútbol se jugaba con el balón y por
eso, aceptando de buen grado la iniciativa de Joe Fagan, todos sus
entrenamientos, tanto los físicos como los que no lo eran se realizaban
en torno a un principio que para él era vital y clave: TENER EL BALÓN.
Para él también eran muy importantes cualidades como la habilidad, el
ingenio o la picardía. Llegó a pintar porterías en las viejas paredes de
la ciudad deportiva para que sus chicos ensayasen el disparo a
portería. Era muy meticuloso en un aspecto: sus futbolistas. Los mimaba
mucho. Por poner un ejemplo, tras los entrenamientos iban todos juntos
al autobús del equipo, de Melwood a Anfield, y allí comían todos juntos,
de esta manera controlaba a sus futbolistas y evitaba las lesiones. Se
trató de un método muy efectivo ya que siguiendo éstas pautas consiguió
ganar la Liga Inglesa en la temporada 65/66 jugando con tan solo 14
jugadores.
Ascendió
al club en la temporada 61/62 y en muy poco tiempo empezaron a luchar
por la Liga Inglesa, pero la cosa no quedó ahí. También consiguió tutear
a los grandes de Europa e infundó por el viejo continente un gran
respeto por la elástica del Liverpool, pero sobre todo y lo que más
importante era para él se ganó el respeto y la admiración de su afición.
Su
palmarés es más bien discreto pero consiguió hacer algo que no había
hecho nadie antes: colocar al Liverpool en la élite del fútbol mundial.
Sin duda eso le convierte a día de hoy en el entrenador más querido,
admirado y respetado en la historia del club de Merseyside.
Éste
hombre tenía tal repercusión mediática que tras el anuncio de su
retirada en 1974 la afición red colapsó la centralita del club, incluso
los trabajadores de las fábricas de Liverpool amenazaron con ir a huelga
si no regresaba su héroe. Éste acontecimiento es inédito en la historia
del fútbol mundial pero resume a la perfección el sentimiento de la
afición hacia ese viejo escocés que había hecho tanto por ellos y por el
club al que llevaban en su corazón.
Todo
lo que gira alrededor de Bill Shankly es historia del Liverpool. He de
hablar en concreto de dos puntos concretos de Anfield para que esto se
entienda. “The Boot Room” era un viejo y minúsculo cuarto con botas,
café, cerveza y té donde Shankly se reunía con Fagan, Bennett, Paisley,
Moran y Evans a hablar de fútbol. Durante los años venideros allí se
reunieron los miembros del equipo técnico de Bill que llevaron al
Liverpool a alzar cuatro de sus cinco Copas de Europa. El otro punto es
la entrada del estrecho pasillo que da acceso al campo, allí desde la
estancia del entrenador escocés hay un letrero rojo que reza la
legendaria frase “This is Anfield”. “Para recordarles a nuestros
muchachos para quién están jugando, y para recordarles a los adversarios
contra quién están jugando”. También fue él quién cambió el uniforme
del club y desde entonces es totalmente rojo.
Dejó
algunas frases célebres que han pasado a la posteridad y son conocidas
por muchos aficionados al balompié aunque quizás hasta ahora desconocían
su procedencia:
- “El futbol no es una cuestión de vida o muerte, es mucho más que eso. "
- "Esta ciudad tiene dos grandes equipos: el Liverpool y los suplentes del Liverpool"
- "Cuando no tengo nada que hacer miro la parte baja de la clasificación para ver cómo va el Everton”
- "Si el Everton jugara en el jardín de mi casa, cerraría las cortinas"
- “Si estás en el área y no sabes qué hacer con la balón, métela en la portería y ya discutiremos las alternativas más tarde."
- “También pasamos malos momentos: un año acabamos segundos...”
- "El problema con los árbitros es que conocen las reglas, pero no el juego".
- "¿Qué alineación voy a sacar? No voy a revelar un secreto como ése al Milán. Si por mí fuera, procuraría que no se enterase ni de la hora del partido"
- "La pelota no se cansa nunca”
- "Juega como si nunca pudieses cometer un error, pero no te sorprendas cuando lo hagas."
- "Esta ciudad tiene dos grandes equipos: el Liverpool y los suplentes del Liverpool"
- "Cuando no tengo nada que hacer miro la parte baja de la clasificación para ver cómo va el Everton”
- "Si el Everton jugara en el jardín de mi casa, cerraría las cortinas"
- “Si estás en el área y no sabes qué hacer con la balón, métela en la portería y ya discutiremos las alternativas más tarde."
- “También pasamos malos momentos: un año acabamos segundos...”
- "El problema con los árbitros es que conocen las reglas, pero no el juego".
- "¿Qué alineación voy a sacar? No voy a revelar un secreto como ése al Milán. Si por mí fuera, procuraría que no se enterase ni de la hora del partido"
- "La pelota no se cansa nunca”
- "Juega como si nunca pudieses cometer un error, pero no te sorprendas cuando lo hagas."
- “Ninguna
enfermedad me hubiera mantenido alejado de este partido. Si hubiese
estado muerto, hubiera hecho sacar la caja, ponerla en la grada y hacer
un agujero en la tapa”.
- “El fútbol no es un juego para chistosos; si alguno de mis jugadores hace el payaso, lo envío directamente al circo”.
Quizás
no sea el entrenador con mejor palmarés que haya estado en Liverpool
pero marcó un punto de inflexión en la historia del club. Para muchos
aficionados kopies su gran secreto fue lograr que sus jugadores
cambiasen de mentalidad, convirtiéndolos en ganadores. Cogió un equipo
deshecho y pocos años después de su retirada el Liverpool se convirtió
en uno de los equipos punteros de Europa consiguiendo ganar cuatro Copas
de Europa en ocho años y todas ellas a manos de miembros de su cuerpo
técnico (3 consiguió Bob Paisley, una de ellas contra el Real Madrid de
Camacho, Juanito o Del Bosque; la otra con Joe Fagan en el banquillo).
Inculcó en sus jugadores y en el club una mentalidad y unos valores que
aún perduran. Se retiró con la satisfacción de saber que había cumplido
un gran trabajo y con la tranquilidad de saber que el equipo quedaba en
buenas manos. El espíritu de Shankly caló muy hondo en la gente que
trabajó con él e incluso tras su retirada y posterior muerte llevó al
Liverpool una vez más a la victoria.
Tras
su muerte el 29 de septiembre de 1981 el club hizo en su honor una
estatua con la leyenda: “He made the people happy” en las inmediaciones
del estadio.
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